Piedra con preciosos destellos, particularmente bonitos en color azul y verde. Mi preferida es la azul de Madagascar como puedes ver en la foto.
Es la piedra de la magia porque abre esa opción en ti, te ayuda a conectar con tu lado mágico al mismo tiempo que te protege como un escudo a nivel energético.
Especialmente adecuada para aquellas personas que trabajan en la luz, en la espiritualidad, les protege y guía en su camino y en sus sesiones.
En mi caso, la uso fundamentalmente para conexiones a nivel más profundo, me permite recibir mensajes y energías de mis linajes más lejanos. Además, me da la fuerza para mantenerme en el compromiso con mi espiritualidad, con mi lugar en el mundo y con la huella humana que dejo en cada una de mis acciones.
Cuando la labradorita llega a ti es para mostrarte la luz que antes no habías visto e iluminarte caminos antes impensables.
No es un cristal tan duro como otros, si bien me basta solo mirarlo para reposicionarme en mi vida y en mi camino. Si estás leyendo esto quizá sea el momento de incluir la labradorita en tu vida, hacer hueco a ese lado mágico, aprender de tus experiencias, protegerte en circunstancias en que así lo requieras, recordarte quién eres y qué huella humana estás dejando.