Podrías pensar inicialmente que no hay ninguna conexión entre el valor que te das, el aprecio que tienes hacia tu persona con el nivel de rabia y odio que puedas sentir hacia ciertas situaciones y/o personas
¿Cómo? ¿Es que en la imagen que tengo de mí influye cuánta rabia y odio sienta?
Cuando sientes rabia y odio hacia algo que te pasó o porque alguien te hizo algo, lo que haces es asimilarlo a tu persona, individualizarlo y por tanto incluirlo en la imagen que te has formado de ti. Eso te hará dudar, te hará sentir soledad, y te hará buscar opciones evasivas respecto a esa situación o persona. Es posible que no sea en el 100% de los casos, pero sí en un amplio porcentaje de estos, y no siempre se tiene la oportunidad de revisar la relación entre ese sentir y la imagen que tenemos de nosotros.
La rabia, esta refleja una posible frustración hacia ciertos resultados o metas que te marcaste, cierta dificultad a destacar o encontrar un lugar de referencia en determinados ámbitos, seguir sintiendo la incapacidad para gestionar situaciones que incluso te pueden producir dolor y sensación de humillación.
El odio, como dice la expresión del amor al odio hay un paso. Así es, en general el odio requiere haber sentido una emoción profunda de aprecio, bien hacia una persona, bien hacia un valor importante en tu vida. Es menos común e intensa que la rabia, pero presenta aspectos que hacen que dure más en el tiempo y se muevan más recursos. Se asocia a procesos de decepción profunda, traición y pérdida de algo realmente importante para ti.
Si mantienes el foco en esa rabia y odio, y en la persona o situaciones que las causaron te quedarás donde estás. En cambio, si ligas cómo esa rabia y odio están afectando en tu día a día, a tu vida, y sobre todo en la imagen que tienes de ti, encontrarás recursos valiosos que te harán sanar y avanzar. Te puede ayudar,
- Identificar varias situaciones y/ o personas que causan la rabia y el odio. Intenta no seleccionar más de tres, pueden ser dos situaciones y una persona, o las tres personas no importa.
- Describe minuciosamente cada una de las tres, busca el mayor número de detalles posibles, si te es necesario escríbelas. Una vez las tengas define en una frase, lo más concreta posible, qué ha pasado… Vas a descubrir algo muy curioso y es que las tres situaciones tienen la misma raíz, es decir, la esencia que genera esa rabia y ese odio es la misma.
Si hubieras sacado más situaciones podrías comprobar que el resultado es el mismo, la misma raíz que te está doliendo, que te limita y te está haciendo pequeño o pequeña ante personas y situaciones que la hayan generado o se parezcan por algún motivo. En definitiva, están afectando directamente a cómo te ves y valoras, porque ya hay una carga emocional que te condiciona.
Puede ayudarte a trabajar con esta situación y a sanar esas emociones tan intensas una Terapia regresiva. En pocas sesiones de Terapia Regresiva vas a poder sanar el momento raíz que está generando la rabia y el odio. Podrás identificar cómo ha condicionado tu vida y sobre todo podrás definir cómo avanzar de ahora en adelante en tu vida, sintiendo una mayor valía de tu persona y una gran plenitud.
